Los Signos Linguisticos

El signo lingüístico es la combinación de un concepto (significado) y de una imagen acústica (significante), que componen en conjunto una entidad lingüística de dos caras interdependientes. Es una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en lugar de otro. Como sistema, tiene la capacidad de aplicarse a sí mismo y de explicar los demás sistemas de signos; pero es importante advertir que en la lingüística y en la semiótica la teoría define al objeto, y por lo tanto el signo es consecuencia de una perspectiva teórica.

Características

En relación a sus planos

  • La arbitrariedad: El vínculo que une el significado con el significante es arbitrario, el lazo que une a ambos es inmotivado; es decir que el significado puede estar asociado a cualquier nombre y que por lo tanto no existe un nexo natural entre ellos. Por ejemplo, en los sinónimos (varios significantes y un solo significado), las lenguas (español: tiza, inglés: chalk), incluso en las onomatopeyas(español: quiquiriquí, francés: coquerico) y las exclamaciones (español:¡ay!, alemán:¡au!).
  • Biplánico: el significante y el significado están estrechamente unidos.

En relación al tiempo

  • La inmutabilidad: Primero, sabemos que cuando aprendemos un sistema lingüístico no nos cuestionamos por qué llama "casa" a la casa o "rosa" a la rosa, simplemente aprendemos que ese es su nombre. Entonces, la inmutabilidad consiste, en que la comunidad impone el uso de un signo lingüístico en un momento determinado de la evolución de una lengua. Vale decir, pues que esta característica únicamente es posible desde una perspectiva sincrónica (en un estado de tiempo).
  • La mutabilidad: Si consideramos a la lengua desde una perspectiva diacrónica (a través del tiempo), las unidades de una lengua pueden transformarse. Por ejemplo las palabras en latín nocte y pectus que derivaron respectivamente en "noche" y "pecho".

Teoría de Saussure

Saussure se opone a que se considere al signo lingüístico como una entidad unitaria, que implique concebir a la lengua como una nomenclatura (es decir, una simple lista de términos que se corresponden con las cosas), suponiendo que las ideas son preexistentes a los signos. Él plantea que la unidad lingüística es una entidad biplánica compuesta por dos términos: un concepto y una imagen acústica. El concepto esta archivado en la mente de los hablantes de la lengua y puede ser descripto como un haz de elementos mínimos de significado, de modo tal que el concepto “perro” se expresaría como el conjunto integrado por “animal”, “mamífero” “canino” “masculino”. En cambio, la imagen acústica no es el sonido (cosa netamente material), sino la huella psíquica que deja en nuestro cerebro. Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclama.

Teoría de Peirce

Para Peirce, el signo lingüístico es una entidad de tres caras: el referente, el significante y el significado. El referente es el objeto real, al cual hace referencia el signo. El significante es el soporte material o sustancia, lo que captamos de acuerdo a los sentidos. El significado es la imagen mental que se forma en el signo (concepto/abstración de ese algo).